Gabriel Ortéga y Salvador Amor
No podemos estar callados. en los tiempos que corren se hace imprescindible rescatar la voz de los poetas que cantaron al pueblo. Eso es rojo, un ejercicio de memoria con ansia de futuro, un grito de justicia. Una llamada a seguir intentándolo, a no renunciar, a construir los sueños con nuestras propias manos.